El uso de diferentes sensores agrícolas trae consigo una serie beneficios para cultivos y procesos agrícolas. Estas herramientas complementan la agricultura de precisión que ayuda a mejorar el control de nuestras explotaciones, asegurando un mayor rendimiento a unos menores costes.
Una de sus principales ventajas reside en la gran cantidad de información que son capaces de recoger directamente de nuestros cultivos, ya sea del suelo, de las raíces, de la propia planta o de las condiciones del medio en el que se encuentra. La medición de todos estos parámetros nos ayuda a observar las posibles variaciones y actuar en el momento preciso.
La optimización del uso de los recursos es otra de sus grandes virtudes, herramientas como los medidores de humedad nos permiten conocer la dinámica del agua del suelo en la zona de desarrollo de las raíces y por debajo de estas, lo que ayuda a controlar las pérdidas de agua o fertilizantes.
La monitorización de todos estos datos nos ayuda a controlar en tiempo real lo que ocurre en nuestros cultivos y nos da la posibilidad de crear alertas en situaciones que necesiten de la toma de acciones más o menos inmediatas. Abundantes lluvias, bajadas de temperaturas, fuertes vientos… son fenómenos en ocasiones inesperados que pueden causar daños a las cosechas, los sensores detectan estas situaciones y nos avisan para tomar acciones lo antes posible para minimizar daños.
El uso de las últimas tecnologías en comunicaciones hacen que tengamos toda la información al alcance de nuestra mano en todo momento. Podemos consultar toda la información de nuestros sensores en cualquier lugar e instante desde cualquier dispositivo conectado a internet, ya sea un ordenador, un smartphone o una tablet.